Comunidad Villa y Tierra de Haza

Haza es una villa fortificada cuyo origen se remonta al momento de transición entre el final del imperio Romano y la Edad Media, entre los siglos VI y IX.

Las excelentes condiciones estratégicas del cerro sobre el que se levanta fueron fundamentales para escoger el emplazamiento de una fortificación que controlaba el corredor del valle del Riaza en su tramo más próximo al río Duero. Por lo tanto, originalmente en el cerro solo existía una fortificación que protegía el poblado que se localizaba en las fértiles tierras del valle.

Haza fue desde comienzos del siglo noveno una fortaleza de frontera del condado de Castilla, muy expuesta a las habituales razias de los ejércitos musulmanes. Sin embargo, la conquista cristiana de Toledo en el año 1085 supuso el alejamiento de la frontera hacia el sur y permitió la organización del territorio en una comunidad de villa y tierra, de la que Haza era la cabeza.

La proyección en el siglo XXI de aquella histórica comunidad se ha plasmado en la Asociación Villa y Tierra de Haza, Patrimonio y Territorio que tiene el objetivo de recuperar el patrimonio cultural como medio para la dinamización de los pueblos integrados en la misma.

El castillo de Haza adquirió su aspecto actual en el siglo XV, si bien la construcción original debe remontarse al siglo XI. Antes de este momento debió existir algún tipo fortificación cuyos restos se habrían integrado en la fortaleza definitiva.

Se trata de un edificio de planta cuadrada construido en torno al patio de armas y dominado por la imponente torre del homenaje en una de las esquinas. Estaba almenado y en una de las reformas se adosaron los cubos por el exterior. La entrada original se encuentra en el lado norte, donde todavía es visible en el muro el rebaje para el rastrillo de cierre.

La torre del homenaje cuenta con una planta a nivel de suelo que no comunica con las superiores, ya que estas tienen un único acceso situado en altura para una mejor defensa.

Esta fortaleza perteneció durante un tiempo al infante don Juan Manuel, célebre autor de El conde Lucanor, un clásico de la literatura medieval española.

El castillo disponía de suministro de agua a través de un pozo situado en el patio de armas, aunque hoy está inutilizado.

La torre del homenaje es visitable y en ella se puede conocer la historia del castillo y de la villa.

En este sector situado entre el muro sur del castillo y la muralla que defiende la villa, se han llevado a cabo excavaciones arqueológicas que han puesto al descubierto los restos de una primitiva cerca anterior a la construcción de la muralla medieval del siglo XI.

La importancia de estas excavaciones radica en que demuestran que la primera muralla que tuvo Haza se puede fechar alrededor de los siglos VI y VII, en pleno periodo visigodo, lo que retrasa en varios siglos el origen de Haza como villa fortificada.

En esta zona también se conservan los restos de lo que pudo ser un cuerpo de guardia, a través del cual se accedía al interior de la fortaleza. Presenta un doble sistema de acceso, con dos puertas que permiten un control directo de la entrada al castillo.

La villa de Haza conserva gran parte de la muralla medieval que la protegía, construida en su mayor parte en el siglo XI sobre una cerca anterior y reformada entre los siglos XIV y XV.

Te encuentras ahora en el punto más vulnerable; por ello se levantaron aquí las defensas más fuertes. Así, se aprecia que la torre del homenaje se adelanta a la línea de la muralla, estableciendo un punto fuerte en la zona de la villa más expuesta a posibles ataques.

Hacia el centro, el bastión triangular se construyó en el siglo XV para reforzar las defensas frente a la artillería.

Por último, una potente torre, llamada la Casa del Alcaide, cerraba la línea por el sur y un profundo foso protegía el conjunto fortificado (hoy tapado en la zona del aparcamiento).

Hay que tener en cuenta que el acceso actual a la villa se produce a través de una apertura en el muro oriental que da acceso al patio de armas del castillo, pero que no se corresponde con la entrada original a la villa. Es muy posible que en este punto solo existiese un pequeño portillo.

Muy cerca de aquí, en el cementerio, se conservan los restos de una ermita gótica muy interesante, conocida como Nuestra Señora de la Antigua, que pone de manifiesto la importancia que tuvo la iglesia en la articulación de la villa.

La Iglesia de San Miguel es un edificio románico que se inserta en la línea de muralla que delimita la fortificación por el lado sur. Su construcción, por tanto, es contemporánea a la de la muralla, que en este punto debió edificarse a finales del siglo XII o principios del XIII.

El templo está dedicado a san Miguel, lo que responde perfectamente al carácter militar de la sociedad del momento, ya que este santo representa la lucha contra el mal.

Quizás el elemento de mayor interés en su interior son las doce tablas hispanoflamencas del retablo mayor que narran la infancia de Cristo y la vida de san Miguel.

Desde este punto se obtiene una espectacular vista del valle del Riaza y del pueblo de Fuentemolinos, situado a media ladera del páramo de Corcos y levantado en torno a un importante manantial consagrado a san Juan.

Más allá se puede ver la sierra de Pradales y, al fondo, las cumbres del sistema Central, que separa Castilla y León de las comunidades de Madrid y Castilla La Mancha.

La ermita de Santa Juana conserva la memoria de Juana de Haza, madre de Santo Domingo de Guzmán, fundador en el siglo XIII de la orden de los Predicadores, más conocidos como dominicos.

Si nos sentamos a disfrutar de las vistas, no será difícil ver, volando sobre nuestras cabezas, a varias parejas de buitre leonado que en los últimos años se han establecido en los cortados de la localidad.

La ermita de Santa Juana es una construcción del siglo XVIII, que se levanta en las proximidades de un centro de culto altomedieval de los siglos X u XI, cuyos restos se han documentado tras una excavación arqueológica llevada a cabo en la finca que se encuentra a pocos metros de la ermita, entre ésta y el cortado de El Pico.

Este antiguo centro de culto fue amortizado en el siglo XIV, por lo que muy posiblemente la ermita moderna se edificó en un lugar que la comunidad aún vinculaba con la memoria de Juana de Haza.

Desde este punto se tiene una amplia panorámica del tramo final del valle del Riaza y su amplia vega, en la confluencia con el Duero a la altura de Roa.

Inmediatamente al pie de la ladera se encuentran los restos de una antigua ermita románica conocida actualmente como Pared de San Isidro, que muy posiblemente se corresponde con la ermita de San Isidoro de la que hablan las fuentes históricas.

Junto a la carretera nacional se encuentra la villa romana de San Pedro, un asentamiento agropecuario de los siglos II al V, cuya desaparición a finales del imperio romano dio origen al pueblo de Haza.

Haza conserva un interesante barrio de bodegas que salpican la ladera norte del cerro. Esta posición resulta muy adecuada para mantener las condiciones idóneas de temperatura y humedad que favorecen la conservación del vino.

En algunos casos los lagares en los que se procesaba la uva son edificaciones en alzado, es decir, están construidos, mientras que en otros son subterráneos, disponiéndose en el interior de cuevas excavadas en el cerro.

El manantial de El Pozarón ha sido lugar de reunión para las gentes de la Comunidad de Villa y Tierra de Haza desde tiempo inmemorial.

Aquí se abastecían del agua que mana directamente del suelo tanto los labradores como los pastores y sus ganados que pastaban en el extenso páramo de Corcos.

El nombre de Pozarón deriva de la divinidad romana Airón, una divinidad anterior a la llegada de los romanos que se relaciona con las fuerzas que moran en las profundidades y que tiene una especial vinculación con las aguas subterráneas.

Estamos por lo tanto ante un lugar cargado de simbolismo, que se mantiene incluso en la actualidad como referente para toda la Tierra de Haza.

En el lugar de Corcos existió una aldea medieval fundada muy posiblemente en el siglo XI que pervivió hasta el siglo XVIII, cuando fue abandonada por sus últimos pobladores.

De todo aquello solo queda una pared, que pudo ser una atalaya de control del territorio o la torre de la antigua iglesia del poblado, o tal vez ambas cosas al mismo tiempo.

Además, estos páramos son el hábitat de la alondra ricotí, un ave de pequeño tamaño que prefiere caminar a volar, cuyo número ha disminuido alarmantemente en las últimas décadas debido al cultivo intensivo del páramo, hasta el punto de estar categorizada como especie en peligro y vulnerable. Ya hay algunas iniciativas para crear pequeñas reservas en las que pueda sobrevivir.

Ruta de senderismo circular con inicio en la localidad burgalesa de Haza, durante la marcha también visitaremos la localidad de Adrada de Haza.

El Conjunto medieval de la villa de Haza ofrece interesantes restos de su muralla y torreón, inexpugnable bastión en la Reconquista castellana situado en la frontera de la Castilla condal.

Su máximo esplendor lo alcanzó en los siglos XII y XIII, cuando fue cabeza de la Comunidad de Villa y Tierra. Santa Juana, madre de Santo Domingo de Guzmán, patrón de Burgos, fue una de sus más ilustres vecinas.

Junto a la puerta de entrada al recinto amurallado de Haza comienza esta ruta por el Valle del Riaza, uno de los ríos castellanos más emblemáticos por la belleza y carga histórica de las localidades que baña sus aguas.

Este hotel de 2 estrellas tiene wifi gratis, servicio de habitaciones y recepción 24 horas.

La Casa de Haza dispone de salón de uso común, terraza, restaurante abierto al público y bar.

Plaza de la Fuente, 1
Telf. 947 56 10 41

Localizada en la histórica villa de Haza, Bodega Viña Arnaiz, aparece majestuosa en lo alto de una colina y totalmente rodeada por un espectacular mar de viñedos. Destaca su imponente edificio social inspirado en la arquitectura tradicional burgalesa y construido con materiales reutilizados de diferentes construcciones centenarias.

Ven a disfrutar de un paisaje único en Ribera del Duero, donde tradición y tecnología, con la viticultura 4.0, van de la mano para lograr elaborar unos extraordinarios vinos, que podréis catar en las experiencias enoturísticas que ofrecemos.

Horario de tienda:
Lunes a sábado de 9:00 a 17:00 horas
Domingos y festivos de 9:00 a 15:00 horas

Ctra. Nacional, 122, km 281 - Haza - Burgos
Telf. 900 18 90 80

A orillas del Río Duero, Familia Fernández Rivera plantó los primeros viñedos de la bodega Condado de Haza en 1988, donde construyó un château castellano. Con sus experiencias, El Château promete a los visitantes sumergirse en un entorno incomparable rodeado de hermosas viñas para conocer el proceso completo de la elaboración del vino y descubrir la pasión que sus creadoras trasladan a cada botella a través de procesos artesanales y del mimo por el fruto.

Visita la bodega Condado de Haza y disfruta de un recorrido por sus impresionantes viñedos y los diferentes espacios de producción.

Horario:
De lunes a sábados a las 11:00 y a las 13:00 horas

Ctra. Provincial, BU-130, km 25 La Horra - Roa
Telf. 947 52 52 54

Adrada de Haza es uno de los pueblos más antiguos de la Ribera del Duero, ya que su origen se encuentra en el castro vacceo de la Casa de los Moros, ubicado en el impresionante cerro situado al este del pueblo actual.

Este lugar ha operado como referente espacial del territorio desde la Edad del Hierro hasta bien avanzada la Edad Media, momento en que la población se trasladó a la ladera situada al otro lado del río, dando origen al pueblo actual. La ermita románica del Cristo de los Remedios es una prueba evidente de que el pueblo ya estaba organizado en el siglo XII.

Su pertenencia a la Comunidad de Villa y Tierra de Haza le convierte en uno de los núcleos de referencia en la Asociación Villa y Tierra de Haza. Patrimonio y Territorio.

La iglesia de Santa Columba es un templo de estilo renacentista levantado en el siglo XVI, en el que destaca sobremanera el excelente retablo mayor, muy influenciado por el estilo del famoso escultor Juan de Juni.

Contiene dieciocho tablas en las que se representa a los Apóstoles y escenas de santa Columba y de la Pasión de Cristo. En el centro se sitúa una escultura de la patrona. El resultado es un retablo de gran colorido, brillantez y efectismo.

Hay ciertas dudas sobre la figura histórica de santa Columba, ya que pudo ser una mártir que murió en época romana o bien una cristiana muerta en Córdoba en época musulmana.

Los humilladeros son pequeños lugares de devoción cristiana que se sitúan en las entradas de los pueblos para fomentar la piedad entre caminantes y viajeros.

El humilladero de Adrada se fecha en el siglo XVII. Dispone de una cruz sobre columna cilíndrica con una representación doble: por un lado presenta a Cristo crucificado y por el otro a la Virgen con el Niño en brazos. Todo el conjunto está protegido por un tejado que apoya sobre cuatro contrafuertes fabricados con sillares de piedra caliza que debían sostener una bóveda que se desconoce si llegó a construirse.

Era tradición antigua que en este tipo de humilladeros se extendiera paja para que los viajeros pudieran pasar la noche a cubierto.

La ermita del Santo Cristo de los Remedios es un edificio románico construido probablemente a finales del siglo XII o principios del XIII.

Al exterior destaca su portada puramente románica, adornada con columnas y capiteles que representan motivos vegetales.

Al interior tiene una única nave, con techumbre de madera, rematada en un ábside cuadrado con bóveda de cañón, destacando en su interior un monumental arco triunfal de medio punto.

El cementerio del pueblo se adosa al templo por el lado sur.

Pintor ribereño nacido en Adrada de Haza y artista polifacético. En sus dibujos se muestra su interés por los animales, especialmente por los caballos. Además, en su recorrido artístico cobra especial importancia el estudio de la figura humana en todas las etapas de su vida.

La Casa de los Moros es un castro de época vaccea del siglo segundo antes de Cristo que controlaba el tramo inferior del valle del Riaza, manteniendo una relación de visibilidad directa con Roa, la antigua Rauda, principal núcleo de población de la zona en esa época. Los vacceos eran el pueblo que ocupaba principalmente el centro del valle del Duero antes de la llegada de los romanos.

El torreón, sin embargo, es una edificación muy posterior. Se levantó en los momentos en que el imperio romano estaba al borde de la desintegración, hace unos 1500 años.

La torre tiene unos muros con un grosor de cerca de 6 metros, para lo que se aprovecharon los materiales constructivos de la antigua muralla vaccea, que por entonces ya estaba derruida. Es evidente que sus constructores querían que fuera una estructura especialmente fuerte y resistente y por ello utilizaron un complejo sistema de encofrado que empleó cantidades ingentes de cal.

Lo que ya no se puede ver son los sillares perfectamente tallados que recubrían los muros tanto al interior como al exterior, ya que fueron expoliados al servir la torre como cantera a lo largo de los siglos.

Solo disponía de un acceso situado en altura, lo que convertía a esta fortificación en prácticamente inexpugnable.

Pero, ¿por qué se construyó? Los arqueólogos siguen estudiando este torreón, pero todo parece indicar que fue construido por orden del nuevo poder surgido en esta zona tras la desaparición de la organización administrativa romana, lo que pone de manifiesto la pervivencia de este lugar como referente de poder territorial a lo largo de los siglos.

Dominio de Adrada es una bodega-boutique de la Ribera del Duero creada para la elaboración de vinos artesanos fieles a cada pueblo y a cada parcela a través de microvinificaciones y con mínima intervención. 

Los principales factores diferenciales de la bodega son la utilización de uvas de alta calidad cultivadas y seleccionadas por los mejores viticultores ubicados en el corazón de la Ribera del Duero.

Subida Ermita, 3 - Adrada de Haza - Burgos
Telf. 620 55 54 71

Bar restaurante situado en la Plaza Mayor de Adrada ideal para disfrutar de raciones y platos combinados.

Plaza Mayor, 5 - Adrada de Haza
Telf. 947 53 15 23

El nombre de Castrillo hace pensar en un origen medieval para este pueblo, si bien no se conocen restos que permitan asegurarlo.

En cualquier caso, todo su término es lugar de paso de numerosos caminos históricos y cañadas, que tienen en el puente del Roque una buena muestra de ello. Igualmente, la fortaleza de la Torre del Monte está relacionada con el control del camino que discurre paralelo al Duero por parte del conde de Miranda, cuyo linaje detentó el poder en esta zona en los comienzos de la Edad Moderna.

Su pertenencia a la Comunidad de Villa y Tierra de Haza le convierte en uno de los núcleos de referencia en la Asociación Villa y Tierra de Haza. Patrimonio y Territorio.

Esta iglesia fue construida en el siglo XVI y reparada en el año 1692, no obstante la presencia de una pila bautismal románica indica la muy probable existencia de un templo anterior, aunque tampoco es descartable que proceda de otro edificio por el momento desconocido.

En el interior destaca la talla de la virgen de la Vega, del siglo XIII, patrona de Castrillo, y el elegante retablo mayor del siglo XVII, presidido por la imagen del apóstol Santiago a caballo.

La excelente colección de imaginería la completan un retablo renacentista con interesantes altorrelieves de santa Ana, la Virgen y el Calvario, y otro de estilo churrigueresco con una bellísima imagen de la Inmaculada.

En el medio del casco urbano se ubica un promontorio en el que se sitúa la Cuesta de las Bodegas, un extraordinario conjunto de bodegas subterráneas y lagares que atestiguan la importancia del vino en la cultura tradicional desde la Edad Media.

Se han catalogado 166 bodegas subterráneas y 37 lagares de viga.

Una estructura común a las bodegas es la compuesta por varios elementos, como la fachada de piedra y su puerta de madera; la existencia en algunas de ellas del lazareto, a modo de estancia junto a la entrada; las empinadas escaleras que dan acceso a las salas; y las zarceras, una especie de chimeneas que facilitaban la ventilación de las bodegas.

Es muy posible que la construcción del puente del Roque se remonte al siglo XV, como cabría deducir de la forma claramente apuntada del arco conservado, aunque su estado ruinoso dificulta el conocimiento de su estructura. En cualquier caso, se trata de una obra considerable, no sólo por los conocimientos técnicos que implica, sino también por el enorme esfuerzo que fue necesario desplegar para su construcción.

Muy posiblemente se proyectó sobre un antiguo vado en el cauce del Duero, por el que históricamente discurrió el camino que conectaba ambas márgenes del río, dirigiéndose hacia Gumiel de Mercado y La Aguilera.

Este pequeño santuario de planta rectangular está dedicado a la Virgen de la Vega, patrona de la localidad.

El lunes siguiente al Domingo de Resurrección se celebra una tradicional y popular romería que recorre el trayecto entre la ermita y la iglesia de Santiago, donde por cuestiones de seguridad se custodia la talla durante todo el año.

La Torre del Monte son los restos de un antiguo castillo. Ocupaba una posición estratégica, dominando visualmente el valle del Duero. Aunque su origen no está muy claro por falta de una investigación arqueológica detallada, se sabe que en los siglos XV y XVI perteneció a uno de los principales linajes de la zona: la casa de Miranda.

Se trataba de una construcción de planta cuadrada con cubos circulares en las esquinas, de los que hoy solo se conserva uno, encontrándose protegida la fortaleza en su flanco sur, el más expuesto, por un foso doble.

El monte de la Villa, poblado por un denso bosque mediterráneo de encinas, sabinas y pinos da nombre a este sendero, que permite recorrer los términos ribereños de Campillo de Aranda y Castrillo de la Vega.

La villa de Castrillo de la Vega servirá de punto de inicio del sendero propuesto. Primero podemos pasear por este bonito municipio y visitar la Iglesia de Santiago Apóstol, de la que se desconoce su fecha de inicio de construcción pero, se sospecha, que data de la época del Renacimiento.

Ya en las afueras, cerca de la vega, se eleva una ermita, puede que construida en la Baja Edad Media, donde se encontraba instalada la imagen de la Virgen de la Vega, ahora venerada en la iglesia.

Esta segunda etapa de la Senda del Duero en Burgos, recorre la zona vitivinícola más representativa de la Ribera del Duero Burgalesa, así como la zona en la que el cordero lechal supone la máxima expresión de la gastronomía de esta tierra. Iniciaremos la marcha en Aranda de Duero y visitaremos las localidades de Castrillo de la Vega, Berlangas de Roa y Roa de Duero.

En pleno corazón de Aranda de Duero, en el parque fluvial junto al río, comienza el tramo que atraviesa la mayor parte de la Ribera del Duero burgalesa. Después de cruzar el río por una pasarela, la ruta toma un magnífico paseo que sigue el curso de las tranquilas y remansadas aguas.

El sendero, que sirve también como acceso peatonal al polígono industrial Allende Duero, avanza encajonado y en continuo serpenteo. Está delimitado por talanqueras que protegen ante una ocasional caída al río y ofrece numerosos bancos que invitan al descanso…

Bar Alojamiento El Chispas
Calle San Roque, 51
Telf. 947 53 63 09

Café bar situado en el centro de Castrillo de la Vega, ideal para disfrutar de sus raciones y platos combinados.

Hotel Restaurante El Ventorro
Carretera Valladolid - Soria Km.273
Telf. 947 53 60 00 - 637 07 00 60

En nuestro restaurante elaboramos cocina tradicional castellana de mercado a base de excelentes productos. Cuidamos la elaboración que gira en todo momento alrededor de la materia prima, presentada en un ambiente agradable y un trato cercano y profesional. Disponemos de menú diario y menús especiales para grupos.

Bar Restaurante El Recreo
Calle San Roque, 63
Telf. 642 11 80 38

Bar Restaurante situado en el centro de Castrillo de la Vega que se dedica a dar desayunos, comidas y cenas.

Bar Restaurante Estación de Servicio Cepsa
Carretera Nacional 122, km. 278
Telf. 947 53 63 72 - 656 60 50 97

En el interior de las instalaciones de servicio Cepsa, podrás disfrutar de una gran selección de menús y comidas calientes en nuestras zonas de restauración. Disfruta de platos elaborados con productos frescos y de calidad en el momento.

Bodega San Roque de la Encina
Calle San Roque, 73
Telf. 947 53 60 01 - 689 95 67 45

La bodega San Roque de la Encina representa la unión de un pueblo, Castrillo de la Vega. Es el fruto de la fuerza de muchos viticultores que apostaron por hacer las cosas bien, por la lucha de un sueño que querían que se convirtiera en realidad. Más de 60 años de tradición hacen de esta bodega una de las primeras bodegas de la D.O. Ribera del Duero que cuenta con 400 hectáreas de viñedo de la variedad tempranillo cultivadas por sus 250 socios.

Bodega Abadía de Acón
Carretera Hontangas, Km 0,4
Telf. 947 50 92 92

Abadía de Acón es una empresa familiar dedicada a la viticultura y elaboración de vino tinto con D.O. Ribera del Duero. 'La tradición de nuestros antepasados y la cultura de nuestra tierra han hecho posible la realización de un sueño: construir una bodega diferente'. Arquitectura, sostenibilidad, innovación y hasta 48 hectáreas de viñedo en la Ribera del Duero.

Bodegas y Viñedos Neo
Carretera Nacional 122, Km 274,5
Telf. 947 51 43 93

El proyecto de Bodegas Neo se inició en 1999 por un grupo de amigos. El objetivo, de estos jóvenes bodegueros ilusionistas, era crear 'la democracia en el mundo del vino'. Por ello, el futuro de la bodega es elaborar vinos asequibles, atractivos, diferentes… al consumidor final, pero que respeten la enorme calidad que siempre ha atesorado la bodega. Una bodega moderna, práctica y que refleja la nueva visión de la Ribera del Duero.

Fuentenebro es la puerta de acceso al valle del Riaza por el sur, siguiendo el camino natural trazado por el arroyo del Cubillo. La torre construida en lo alto del risco de la Peña controlaba este camino.

El hidrónimo del topónimo pone de manifiesto claramente a la importancia del monte en sus orígenes.

Su pertenencia a la Comunidad de Villa y Tierra de Haza le convierte en uno de los núcleos de referencia en la Asociación Villa y Tierra de Haza. Patrimonio y Territorio.

Los principales elementos que componen este templo pertenecen a los estilos renacentista, barroco y neoclásico, lo que da una idea del prolongado proceso constructivo del mismo.

Así, la delicada portada y la pila bautismal son obra del siglo XVI, pero son muchas las pistas que indican la existencia de una iglesia anterior, como la pila de agua bendita, tallada sobre un capitel gótico. El interior es ya obra barroca, destacando por su elegancia la cúpula.

De los cinco retablos que alberga destaca el mayor, de estilo neoclásico y característico por la imitación de vetas de mármol.

La iglesia está dedicada a san Lorenzo, cuya figura se sitúa en el centro y es fácilmente reconocible por llevar una parrilla: el instrumento de su martirio.

Esta ermita es un sencillo edificio al que se adosa el cementerio municipal. Su advocación es una de las más populares en España e Hispanoamérica, gracias a la difusión de la misma que hizo la orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, conocida como carmelitas.

La ermita contiene un retablo barroco y las imágenes de la Virgen y san Roque, patrón de los peregrinos y protector contra las epidemias.

Los cruceros son hitos religiosos que se situaban junto a los caminos y encrucijadas para ofrecer protección espiritual a los viajeros y para indicar la dirección correcta.

Este crucero, junto al histórico camino que conducía a Aranda, fue mandado levantar por un piadoso matrimonio en 1612, como indica la inscripción.

Está formado por una peana sobre la que se levanta una columna de estilo toscano y un Cristo crucificado. Es norma general de los cruceros que la cruz siempre esté mirando hacia el pueblo.

La torre que se levanta en lo alto de La Peña es una construcción de época altomedieval con un elevado valor estratégico, ya que no sólo controlaba el acceso al valle del Duero a través del curso del Riaza, sino también por las conexiones directas que establecía con otras fortificaciones del entorno inmediato como Torregalindo, Moradillo y Haza.

Los restos existentes en este lugar ponen de manifiesto la importancia de este enclave desde la Prehistoria, no faltando entre éstos cerámica de época romana, las características producciones de terra sigillata, que vendrían a confirmar la ocupación de este lugar desde tiempo inmemorial.

Situada en el desfiladero de Peñaflor y junto a la pequeña cascada del manantial que le da nombre, se trata de una mina abandonada de cuarzo, feldespato y mica.

La particularidad de este yacimiento, explotado por la desaparecida empresa Silicatos Ibéricos, es que los tres componentes fundamentales del granito se encuentran separados, sin que se hayan completado los procesos geológicos que producen habitualmente esta roca.

El agradable camino que lleva a la mina desde Fuentenebro, flanqueado en algunos tramos por viejos viñedos, tiene un gran interés natural, geológico, cultural y paisajístico.

El Territorio de Fuentenebro estuvo oculto bajo el mar hace millones de años, como atestiguan los fósiles marinos encontrados en una zona denominada La Peña, lugar de anidación de buitres.

El sendero parte de la localidad de Fuentenebro, donde se puede visitar la Iglesia de San Lorenzo. Salimos por el Camino de La Peña, flanqueado por matorrales de rosales silvestres, en primera línea, y una rica vegetación de ribera, especialmente chopos, cuya presencia está justificada por los diversos arroyos que cruzan la zona.

Continuamos hasta adentrarnos en el Desfiladero de Peña Flor, recorrido muy agradable entre espinos y majuelos con ejemplares de encina indiferentes a la pendiente de las laderas que envuelven el paso. En el fondo del desfiladero se localiza la Cascada del manantial Aguacae, lugar idílico al lado del cual se encuentra la mina del mismo nombre…

Restaurante de cocina tradicional y guisos a fuego lento abierto solamente bajo reserva.

Destaca el arroz con bogavante, el pollo de corral, los escabechados y el cocido castellano.

También puedes visitar su Museo del Vino y disfrutar de catas con maridaje en su bodega subterránea.

Calle Ángel Herranz, 1 - Fuentenebro - Burgos
Telf. 689 08 87 50

El caserío ocupa el tramo inferior de ladera que delimita la vega del río Riaza en su confluencia con el arroyo Hontanguillas. El origen de este asentamiento hay que buscarlo en la cavidad rupestre donde hoy se venera a la Virgen de la Cueva.

Aquí existió un santuario prerromano, en el que se rendía culto a una divinidad denominada AEIO DAICINO, que fue posteriormente asimilado a Hércules al implantarse la religión romana. Este santuario estaba relacionado con el vecino castro vacceo de la Casa de los Moros de Adrada de Haza.

Cuando este territorio se cristianizó a partir del siglo V, esta cueva mantuvo su carácter sagrado y simbólico, primero bajo la advocación de san Juan, sacralizando el manantial que antaño manaba en el lugar, y más tarde dedicado a la Virgen.

Se puede decir, por tanto, que este pueblo tiene más de 2000 años, siendo uno de los más antiguos de La Ribera.

Su pertenencia a la Comunidad de Villa y Tierra de Haza le convierte en uno de los núcleos de referencia en la Asociación Villa y Tierra de Haza. Patrimonio y Territorio.

Situado bajo la iglesia parroquial, este formidable santuario excavado en la roca hunde sus raíces en la primitiva cristianización de una gruta que ya tenía connotaciones sagradas desde tiempos prerromanos y romanos.

La cueva custodia la imagen de la Virgen de la Cueva, una talla románica, de finales del siglo XII o principios del siglo XIII, patrona de la Comunidad de Villa y Tierra de Haza, y en torno a la cual se celebra una ancestral romería que tiene lugar cada cincuenta años. La talla se sitúa en el centro de un retablo barroco y representa a la Virgen sentada, como si fuera el trono del Niño Jesús, quien levanta un brazo en actitud de bendecir.

Cuenta la leyenda que los señores de Haza divisaron desde el castillo una potente luz que salía desde la cueva y que al investigar el extraño suceso encontraron la talla de la virgen. Cargándola en un carro intentaron llevársela a Haza, pero los bueyes no quisieron moverse, lo que se interpretó como el deseo de la Virgen de no abandonar la cueva. Este hecho viene a simbolizar el enorme peso que tiene la tradición de este santuario en el imaginario comarcal.

Destaca en el interior la pila de agua bendita, que es parte de una columna romana.

Finalmente, una teatral fachada renacentista rematada por una airosa espadaña cubre la entrada a la cueva.

Se trata de un interesantísimo templo de origen románico que conserva de este periodo la cabecera de planta cuadrada y un único canecillo que representa a un saltimbanqui con la cabeza entre las piernas.

Esos orígenes románicos se aprecian también en el interior, donde se conservan parte de las arquerías románicas originales, la pila bautismal y otros elementos que sobrevivieron a la profunda reforma barroca. Destacan de este periodo las yeserías de la bóveda de la capilla mayor.

Junto al río Riaza, se encuentran las ruinas de la ermita de San Mamés, un edificio de planta rectangular de una sola nave, con ábside cuadrado, que posiblemente fuera el templo principal de un antiguo pueblo abandonado: el despoblado de San Mamés o de Zorita.

En la iglesia parroquial de San Juan Bautista, bajo el retablo mayor, se conservan tres molduras decoradas procedentes de esta ermita.

En el entorno de la ermita se conserva un gran molino que aprovechaba el curso del río Riaza para dar servicio a las estructuras hidráulicas de molienda.

El bosque de ribera que flanquea este sector del río es un corredor ambiental de gran valor ecológico.

El pueblo de Hontangas ofrece en su casco urbano excelentes ejemplos de arquitectura tradicional cuyos valores son extensibles a este sector meridional de la Ribera del Duero.

Se trata de una arquitectura funcional, sin demasiados alardes decorativos, que suele utilizar aparejo irregular de piedra caliza, muy abundante en los páramos cercanos. En las viviendas solo se incorporan sillares bien tallados y escuadrados en esquinas, puertas y ventanas.

Las plantas altas suelen levantarse con adobe y tapial, incorporando usualmente entramados de madera. Preferentemente, las fachadas se protegían mediante la aplicación de enlucidos de cal y arena.

La teja tradicional es siempre curva y el uso combinado de ladrillo en fachadas suele deberse a obras o reformas del siglo XIX y XX.

Además, en la parte norte del caserío se localizan numerosas bodegas excavadas en la ladera, algunos lagares y diversos palomares.

A lo largo del Valle del Arroyo Hontanguillas se disponen las tres localidades protagonistas de la ruta. Los áridos páramos que las envuelven dan paso a la frondosidad de los valles, surcados por ríos y arroyos de limpias aguas.

Hontangas está dispuesto en el lugar donde confluye el valle de Hontanguillas con la fértil vega del río Riaza. Debe su nombre a Fontangas: el pueblo de las fuentes, que efectivamente abundan en él.

Moradillo de Roa se alza sobre el valle y en la época de la Reconquista constituyó un bastión de defensa en la frontera y últimos confines de las tierras recuperadas por los castellanos.

Por último, La Sequera de Haza es una coqueta población situada en mitad de la ruta.

Torregalindo se alza entre la vega de la margen derecha del Riaza y los cerros que la delimitan por el norte.

Si bien existió un importante asentamiento romano en las inmediaciones del pueblo, su origen hay que situarlo entre los siglos IX y X, dentro de los procesos de integración política de este territorio en el Condado de Castilla, en su expansión al sur del Duero.

Los documentos medievales se refieren a Torregalindo simplemente como ‘Torre’, término al que posteriormente se añadió el onomástico “Galindo”. Galindo es un nombre etimológicamente navarro, lo que puede estar evidenciando la influencia de dicho territorio sobre Castilla en los comienzos del siglo XI.

Su castillo evidencia un intenso proceso de feudalización de este lugar, entre cuyos señores se encontró la poderosa familia López de Haro, señores de Vizcaya. También señoreó este castillo el famoso Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque, así como los condes de Siruela, grandes de España.

Su pertenencia a la Comunidad de Villa y Tierra de Haza hasta el siglo XIII, le convierte en uno de los núcleos de referencia en la Asociación Villa y Tierra de Haza. Patrimonio y Territorio.

Situado sobre un alto cerro testigo, su forma se adapta perfectamente a la topografía dando lugar a una planta que semeja un navío. Muy posiblemente con anterioridad se instaló en este punto una torre de vigilancia y control del paso hacia el sur siguiendo el camino natural que discurría por el valle del Riaza.

El castillo fue levantado en el siglo XI y en uno de los extremos del amplio patio de armas se alzan los restos de la imponente torre del homenaje, de planta triangular.

La fortaleza fue remodelada en el siglo XV, cuando pasó a ser propiedad de Beltrán de la Cueva. En esta época se levantó la torre albarrana que defiende el acceso por el flanco oeste con artillería, siendo este el punto por donde el castillo era más vulnerable; también se construyó en esta época una barrera o antemural que rodeaba el conjunto.

A pesar de profundas reformas que ha sufrido a lo largo de los siglos, la iglesia de San Juan Bautista conserva buena parte de su esencia original románica, como se puede apreciar en la monumental portada abierta en el muro sur, fechada a finales del siglo XII.

Los capiteles presentan decoración vegetal, salvo uno que representa una cabeza femenina de largas trenzas que se unen bajo la barbilla. También son románicas la pila bautismal, decorada con una serie de cabezas humanas que penden de la cenefa decorada y dos estelas funerarias empotradas en los muros exteriores.

Sin embargo, este templo guarda una sorpresa, pues tiene dos ventanas talladas en sendos bloques de piedra que pueden tener cronología prerrománica.

Se trata de una antigua ermita en ruinas cuyo origen puede ser románico, aunque su modesta factura no permite precisar mucho más. Tiene planta rectangular de nave única y ábside cuadrado, que pudo estar cubierta por bóveda de cañón.

La ermita sufrió una intensa reforma en tiempos modernos, ampliándose considerablemente la nave en la zona de los pies, muy posiblemente para ampliar la función de cementerio que ha desempeñado hasta época relativamente reciente.

Las bodegas y lagares subterráneos de Torregalindo se localizan en las faldas del cerro del castillo, excavadas directamente en la roca caliza.

Las bodegas subterráneas conviven con otras de características bien distintas, menos profundas y más amplias, cuyo origen quizás deba remontarse a la época medieval, como casas-cueva que pudieron servir como lugar de habitación a los antiguos habitantes.

Este tipo de vivienda pervivió activo hasta la década de 1960, aunque de la docena de casas-cueva identificadas solo una se encuentra habitada en la actualidad.

A orillas del Río Riaza se ubican las dos localidades que marcan este sendero. En su recorrido desde Segovia a Berlangas de Roa, lugar donde desemboca en el Duero, este río pasa por numerosos municipios dejando un valle fértil que favoreció el desarrollo de los asentamientos humanos.

En el margen izquierdo se encuentra Milagros, lugar donde se fundó una Villa romana durante el Bajo Imperio (siglos III al V). La historia fue favoreciendo la presencia de población hasta que en 1833 adquirió la condición de municipio con ayuntamiento propio.

Siguiendo el curso del río se asienta en el margen derecho Torregalindo, localidad que destaca por los restos de un Castillo que fue construido con posterioridad al siglo X, como complemento defensivo a la torre que en su día edificó Galindo, colonizador de los primeros tiempos de Castilla. El castillo definitivo fue construido en el siglo XIV y reformado en el XV.

El topónimo Valdezate deriva de Val de Ozate, tal como se cita a este lugar en el Fuero de Roa del año 1143. Por tanto, es seguro que se trata de un núcleo poblacional plenamente constituido a mediados del siglo XII, por lo que cabe suponer para el mismo un origen anterior.

En este sentido, su configuración debe entenderse como parte de los procesos de reorganización de este territorio en el momento de su integración en el condado de Castilla a lo largo del siglo X.

Esta integración se puede considerar plena a partir de mediados del siglo XI. Hasta entonces en el territorio del municipio se encuentran diferentes lugares que ponen de manifiesto dinámicas territoriales que culminarán, en la fecha señalada, con la consolidación del pueblo actual como núcleo de población plenamente articulado.

Entre estos lugares previos se encuentran la necrópolis tardorromana y altomedieval documentada en el entorno de la ermita de Santa Cruz, cuyo poblado bien pudo encontrarse en el paraje de La Lámpara, muy cerca del pueblo actual y que nos hablan de una población en esta zona durante los siglos V y XI.

También la torre que existió en Castrejón nos habla del valor de este lugar en la primera mitad del siglo X, dentro de la estrategia de control territorial desplegada al sur del Duero desde Haza.

Tiene Valdezate el título de villa desde el siglo XVII, título que fue comprado al conde de Miranda, una de las familias nobles más poderosas de la zona y que tenía la propiedad de este municipio.

Su pertenencia a la Comunidad de Villa y Tierra de Haza le convierte en uno de los núcleos de referencia en la Asociación Villa y Tierra de Haza. Patrimonio y Territorio.

Situada en el punto más elevado del caserío, la iglesia es el referente principal en la organización urbana del pueblo, ya que el trazado de sus calles principales se dirige directamente al templo.

Por su emplazamiento cabe suponer en este punto un elemento de control del amplio espacio que se domina desde aquí, si bien en el edificio actual no se identifican trazas anteriores al estilo gótico inicial, que dota a las tres naves del tempo de una apariencia netamente medieval.

Dos buenos retablos barrocos flanquean el excelente retablo mayor, puramente renacentista. En la sacristía destaca una fuente de 1767 primorosamente tallada.

La ermita de Santa Cruz es un edificio bien representativo del primer románico de La Ribera, como se puede deducir de su planta rectangular de nave única rematada en un ábside cuadrado.

Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la década de 1980 pusieron al descubierto un conjunto de silos de almacenamiento de cereal en el interior del edificio y una necrópolis de inhumación utilizada desde época post-romana, alrededor del siglo VI, hasta la plena Edad Media, siglos XIII y XIV.

Otras evidencias descubiertas en los trabajos arqueológicos plantean la posibilidad de que aquí hubiera existido un centro de culto durante los siglos II y III de nuestra era, que fue posteriormente cristianizado. No obstante, las evidencias que sustentan esta interpretación no resultan del todo concluyentes, al igual que la existencia de una piscina para bautismos por inmersión deducida de la dependencia semisubterránea que se encuentra adosada a la nave por el norte.

En cualquier caso, esta ermita representa, junto a la de San Nicolás en la La Sequera de Haza, el inicio de las investigaciones sobre arqueología medieval en el valle del Duero, siendo un referente para la investigación de este periodo.

Los humilladeros son pequeños lugares de devoción cristiana que se sitúan en las entradas de los pueblos para fomentar la piedad entre caminantes y viajeros.

El humilladero de Valdezate da nombre a un barrio y fue restaurado a finales del siglo pasado. Se trata de un templete diáfano en sus cuatro lados que soporta una cubierta a cuatro aguas.

La cruz parece presentar dos estilos diferentes: la columna y el capitel corintio son obra de finales del siglo XVI, pero la propia cruz y las representaciones de Cristo y la Virgen parecen un añadido del siglo XVII o XVIII.

La fecha de 1594 que figura grabada en la cara norte del pedestal, muy posiblemente estaría indicando la construcción y consagración de este humilladero.

Esta construcción tradicional fue durante siglos el centro de la vida urbana de Valdezate, ya que era el lugar donde se celebraba el mercado. Su construcción muy posiblemente deba remontarse al siglo XVI.

Con unos 24 metros de longitud, consta de una línea cerrada por un muro y otra abierta mediante nueve pies derechos de madera apoyados algunos sobre basas de piedra que permiten nivelar la estructura.

Una robusta columna de piedra caliza y capitel dórico sostiene una de las esquinas y antaño sirvió como picota de justicia.

Valdezate cuenta con dos cruceros situados a las afueras del pueblo.

El primero, un esbelto crucero, se encuentra en un interesante paisaje tradicional. Posiblemente sea una obra de finales del siglo XVI, como se puede deducir de la fecha grabada en la base de la columna. Domina el crucero una sencilla imagen de Cristo.

Un segundo crucero se levanta en la zona de bodegas subterráneas, en él se aprecia la doble representación de Cristo crucificado y la Virgen. La cruz, dispuesta sobre un capitel jónico, fue mandada levantar por un devoto matrimonio en el año 1670.

El Cerro de Castrejón debe su nombre a una antigua torre instalada en su plataforma superior, cuyos restos fueron descubiertos en una excavación arqueológica realizada a finales de la década de 1980.

Su construcción se llevó a cabo con una clara intención de controlar este tramo del valle del Duero, del que se tiene una amplia panorámica desde aquí, y fue promovida por el poder instalado en Haza a principios del siglo X, constituyendo este punto el extremo occidental de su territorio.

Su destrucción en el año 939, con motivo de la campaña desplegada en esta zona por el califa Abderramán III tras la batalla de Simancas, pone de manifiesto la importancia de este lugar en el entramado estratégico que fue desplegado en esta zona, situada inmediatamente al sur del Duero, por el condado de Castilla desde su centro principal en Haza.

En el extremo meridional de La Ribera del Duero Burgalesa se encuentra el Páramo de Corcos, una extensa superficie de terreno desprovista de vegetación arbórea, donde encuentran refugio y las condiciones necesarias de vida un amplio abanico de especies de fauna esteparia.

A su pie, horadado y modelado por la erosión se encuentra el profundo y angosto Valle del Chorro de Corcos, que pese a su también escasa vegetación no dejará indiferente al senderista por el carácter austero y extremo de su paisaje.

La forma más sencilla de adentrarse en el sendero e iniciar la ruta es salir de la localidad de Valdezate por su parte Este, donde se observa un camino que se adentra por el angosto Valle del Chorro de Corcos, lugar por donde discurre la parte más fácil del sendero.

Esta población se agrupa en las plataformas inferiores del Páramo de Corcos, aprovechando el estrecho vallejo excavado por el arroyo de la Serrezuela o río Viejo, que a partir de aquí se conoce ya como arroyo de Hontanguillas.

El hecho de que la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción sea de estilo románico, pone de manifiesto la existencia de este pueblo, al menos, desde el siglo XII. Sin embargo, la presencia en sus inmediaciones de una serie de covachas bien pudiera estar indicando la existencia de población desde momentos anteriores, un aspecto que no ha sido aún suficientemente investigado.

En esta misma línea de suposiciones se inscribirían las tres estelas discoidales reubicadas en las tapias del cementerio, que permiten intuir la existencia de una población en momentos previos altomedievales.

La pertenencia de La Sequera de Haza a la Comunidad de Villa y Tierra de Haza le convierte en uno de los núcleos de referencia en la Asociación Villa y Tierra de Haza. Patrimonio y Territorio.

Aunque muy reformado en épocas posteriores, este templo tiene orígenes románicos, como puede comprobarse en algunos canecillos que sostienen el alero o en el magnífico capitel reaprovechado en la fachada norte que representa la ascensión de las almas.

En el interior, su aire románico es mucho más evidente, especialmente en el entorno de la capilla mayor o en la hermosa pila bautismal.

La ermita de San Nicolás se levanta en lo alto de un altozano que destaca y domina en el fondo este vallejo, estableciendo una relación de visibilidad directa con la iglesia de Moradillo de Roa, asentada en un antiguo castro medieval.

Fue objeto de una excavación arqueológica realizada en la década de 1980, retomada entre los años 2018 a 2021, que ha puesto al descubierto varios silos de almacenamiento de cereal y una interesante necrópolis de época medieval.

Tiene planta rectangular de una sola nave y ábside cuadrado, características propias del primer románico en la comarca ribereña del Duero.

Junto a la ermita de Santa Cruz de Valdezate, representa el inicio de las investigaciones sobre arqueología medieval en el valle del Duero, siendo un referente para la investigación de este periodo.

El Moral de las Tormentas o Morera Cocodrilo, por la semejanza con un reptil arrastrándose por el suelo, es un árbol singular de especial interés. Con un perímetro de tronco de 2 metros, tiene una edad estimada de 300 años.

Situado en un espacio público, en el pasado la recolección de sus frutos estaba regulada por el ayuntamiento para garantizar un reparto igualitario. Cada 25 de julio se reunía a los niños de la escuela y se les daba su parte de las moras, lo que suponía un importante aporte vitamínico.

En 2022 estuvo entre los finalistas del “Árbol del Año” que otorga la ONG Bosques sin fronteras.

Pegando a la carretera Pardilla - Valdearcos, encontramos un coqueto museo etnográfico que, aunque pendiente de realizar una mejora general, alberga una importante colección de objetos relacionados con la agricultura, la ganadería y el quehacer diario de las gentes de La Sequera, debiéndose destacar que la totalidad de los mismos fueron donados por los habitantes del pueblo para la creación del museo.

Situado a 2 kilómetros del pueblo de La Sequea de Haza en la ladera del páramo de Corcos, se encuentra este magnífico roble de 8 metros de altura y un perímetro en la base de 2,7 metros.

Su copa alcanza un diámetro de 22 metros y es un excepcional vestigio de los robledales que dominaron el paisaje en la Edad Media. Las intensas talas realizadas para el aprovechamiento agrario, dibujaron un paisaje que ha perdurado hasta la llegada de la concentración parcelaria.

Junto a la fuente de Hontanguillas, se encuentra un acogedor espacio recreativo en el que se puede disfrutar de un día al aire libre.

Aquí se encuentran también los antiguos lavaderos, un espacio de altísimo valor en la cultura tradicional, lugar donde acudían las mujeres a lavar la ropa y en torno a los cuales se generó un rico patrimonio inmaterial.

En estos espacios, exclusivamente femeninos, se relacionaban diariamente las vecinas, se transmitían oralmente tradiciones, se cantaba y se comentaban los últimos acontecimientos o chascarrillos que sucedían en la pequeña comunidad rural.

Hoy quedan los lavaderos, pero todo lo que sucedió en ellos se ha ido perdiendo poco a poco.

La Sequera de Haza cuenta con un extraordinario conjunto de bodegas subterráneas tradicionales distribuidas en cuatro zonas del pueblo. En total se han documentado un total de 70 bodegas y lagares.

El gran número de bodegas conservadas hacen referencia a la importancia que tuvo la producción de vino en la cultura tradicional, como alimento básico en la dieta diaria y como fuente complementaria de ingresos, al ser el vino una mercancía cotizada.

Así, en los lagares se realizaba el prensado de la uva para obtener el mosto que luego se trasladaba a las bodegas en pellejos donde se almacenaba en carrales para su fermentación y transformación en vino.

Las bodegas se encuentran excavadas en el nivel de arcillas que aflora en las laderas del páramo y se accede a ellas a través de empinadas escaleras. La ventilación se realizaba a través de las zarceras, siendo fundamental mantenerlas bien aireadas y secas para la buena conservación del vino.